domingo, 27 de julio de 2008

Excursión en Cala Murta

Hola a tod@s!,

Espero que esteis mejor que yo, porque la verdad es que ahora mismo no tengo ganas de nada. Después de haber librado 3 días seguidos, casi 4, estoy de vuelta al curro, y encima en Domingo, cuando no trabaja nadie! Estos guiris me tienen hasta los mismisimos huevos. En mi vida había visto gente tan mal educada y tan inútil como los de este año.

Pero bueno, no todo es malo! El viernes fuimos Fernando, Isabel y Miquel a una excursión en una playita cerca de Formentor. El camino para llegar hasta ella es un poco largo, para ser sinceros. Desde donde yo vivo son 30 minutitos en coche. Luego, al aparcar, media horita más, a pie. Pero claro, eso se dice muy fácil. Un paseíto por el campo, y la montaña, y tal, si... todo muy bonito. Hasta que abres el maletero y te acuerdas de la nevera llena de agua, hielo, comida y refrescos que lleva. ¿Y esto? ¿Hay que llevarlo? ¡Pues claro! Para eso lo hemos traído. Así como pudimos cargamos con todo entre los 4, y despues de un descansito para merendar a mitad de camino, llegamos a la playa. El agua era transparente y de color verde esmeralda, limpia como hacía tiempo que no había visto ninguna.

Dejamos los "trastos" en una de las mesas que había por ahí, bueno, concretamente debajo de las mesas, para que no les diera el sol. Corriendo como locos extendimos las toallas al lado de la orilla y nos tiramos al mar (yo más despacito que los demás... el agua helada y yo no somos muy buenos amigos). Nos refrescamos durante casi 1 hora en el mar. Incluso sacamos 2 mini medusas que encontramos flotando felizmente entre el agua cristalina. Aproximadamente a las 12 del mediodía, cuando Miquel se fue debido a su comida familiar, salimos del agua y nos secamos. Jugamos un par de partidas al Uno hasta que nuestra piel no pudo aguantar más el duro sol del mediodía y decidimos irnos hacia las mesas dónde colocamos de manera estratégica las 2 sombrillas que habíamos traído. Una suave brisa recorría el bucólico paisaje en el que nos encontrabamos. Sacamos la ensalada de pasta, entre otras muchas cosas para comer, y empezamos a hincharnos de comida. A la hora paramos de comer... pero a ver quien se mueve ahora de ahí.

Hinchamos los colchones ligeramente y los colocamos encima del banco donde estabamos sentados, y con las piernas encima de las mesas descansamos, aproximadamente hasta las 5 de la tarde, cuando el sol cruel se había convertido en un ser que acariciaba nuestras ya castigadas pieles y nos invitaba a adentrarnos al mar de nuevo. Con las gafas de buceo y un pequeño snorkle visitamos los secretos del mar mediterraneo y vimos peces de formas y colores diferentes. Aunque no conseguimos ver ningún pulpito :( . El sol iba cayendo a la misma velocidad que nuestra energía y pronto estabamos recogiendo todo para marcharnos, junto a Miquel, quien habia vuelto ya de su comida con su familia. Un pequeño tentempíe, y hacia arriba de nuevo por el camino donde vinimos. Una mula simpática nos esperaba al final del camino. Le dimos de comer ramitas que encontramos en el suelo y con un movimiento de cabeza hacia arriba nos dio las gracias. Nos metimos en el coche e iniciamos nuestro camino hacia casa. ¡Qué cansado estaba, pero qué bien me lo habia pasado!

Besos varios a la gente que me lee, pero como no, especialmetne a la gente que sale en esta entrada de blog!

Un saludo,

Toni

P.D.: Yo posando en la playa al más estilo Obregón http://spd.fotologs.net/photo/13/0/48/toniet85/1217113937377_f.jpg

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