domingo, 31 de agosto de 2008

Superhistorias de superhéroes

¿Os ha pasado alguna vez que una tarde tranquila de sábado se convierte en casi una odisea? Supongo que sí. A mí también.

Resulta que el sábado por la tarde, Guxo y yo decidimos ir a la maravillosa playa de Cala de Sant Vicenç. Lo que parecía una tarde normal en la playa se convirtió en toda una aventura gracias a... mí!. Justo al llegar a la playa, estiramos nuestras toallas y nos quitamos la camiseta, para salir corriendo hacia el mar y bañarnos en el agua helada! Caminamos por encima de las piedras entre "uy uys" y "ay ays" hasta llegar a una altura aceptable para podernos tirar y nadar. Justo delante de nosotros había una mujer con unas gafas de buceo mirando por el suelo. A los 5 segundos sale del agua y le dice a su compañero "Por ahí en medio está el pulpo, avísame si lo ves!". Pulpos, cangrejos, erizos... no son mis amigos. Me entró el mal rollito este de no saber bien lo que hay en el agua y acabé saliendo mas rapido que deprisa. Para compensar un poco el camino hecho para llegar hasta la cala, le propuse a Guxo ir a comprar un helado y dar una vuelta.

Aunque no llevaba dinero encima, el coche no estaba muy lejos, así que fuimos hasta él y agarré mi cartera. Compramos el helado y vimos un caminito que iba por detrás de la cala, rodeandola. Para ver lo que la naturaleza tenía que esconder, cogimos el sendero y caminamos hasta llegar al final. Dentro de las bubólicas y cristalinas aguas que rodeaban las montañas, no se que COÑO vi yo dentro del mar para apuntar rápidamente con el dedo, deslizándose las llaves del coche con éste para chocar contra una roca situada debajo de nosotros y finalmente caer en el agua. Por supuesto, no cayó en la arena, sinó que cayó en las rocas, donde cientos de erizos marinos nos esperaban para acariciarnos con su suave pelaje al intentar recoger las llaves.

"Yo no voy", dije enseguida.
"Bueno... ya iré yo", dijo Guxo.
"¿Estás seguro? ¡Es super peligroso!" contesté yo.
"Y sinó que hacemos!!"

Llamaré a mi madre y que me traiga las llaves de respuesto. Pero claro, no tenía el móvil, estaba en el coche!!!! Bueno, Guxo empezó a descender por las rocas así como pudo y se adentró en el agua, con las chanclas viejas y casi rotas que compré durante mi viaje a Canada. Con el corazón en un puño, le iba diciendo donde ir para coger las llaves. Justo al meterse dentro del agua, me informó de la presencia de medusas, dónde yo le insistí en dejar las llaves y subir. Pero no me hizo caso... avanzó hasta dónde el llavero brillava, gracias a que había quedado con el lado plateado hacia arriba, y se sumergió 2 o 3 veces para cogerlas. Las llaves, por supuesto, habían caído justo al lado de uno de esos erizos. Cómo pudo las agarró y subió por las rocas de nuevo con la ayuda de un guiri que había a mitad de camino.

Llegamos los 2 sanos y salvos al coche, excepto los botones del llavero, que no abrían el coche. Abrimos con la llave manualmente y partimos de nuevo hacia Sa Pobla! Vaya susto!!!!!!!

Moraleja: Da igual si los pantalones hacen bulto al meterle cosas en los bolsillos!!

Saludos a todos,

Toni.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que tenías a Guxo que si no, jejeje, otra vez, las llaves bien guardaditas en el bolsillo, que valiente que es, y que guapo y que de todo... yo quiero uno asi
donde hay que pedirlo??

G.

Anónimo dijo...

pero quien es Guxo?

Saborízate dijo...

Y quién es anónimo?

Anónimo dijo...

bueno solo era curiosidad.. nada más....

Saborízate dijo...

lo mismo digo...! sin ánimo de ofender ni nada por el estilo jajajaja

Anónimo dijo...

ya sé quien es Guxo ahora que he leido todo el blog, es tu pareja. Espero que os vaya bien, saludos

Saborízate dijo...

miralo, que listo! jajajajaja

Anónimo dijo...

Sí, yo también quiero un Guxo! Pero me parece que Toni sabe elegir mejor que yo! Jajajaja. Pues eso, que eres un pupas y un poco trabadito: ¿a quién se le ocurre ir a la playa y no guardar bien las cosas de valor?

A parte de eso -y en este aspecto yo soy igual que tú-, eres un poco miedica, pero bueno... También hubierais podido pedir el favor de que os dejaran llamar y tu madre te hubiera traído las llaves. Menos mal que al final tu Guxo salió sano y salvo y que pudisteis abrir el coche, que si no, os veo durmiendo en Sant Vicenç!

(Rosabel)

Anónimo dijo...

wth!!! jajaja


pulpos ewww no me tiro ni de coña


love ya!